Consultas de contratos colectivos, la gran prueba de fuego para los sindicatos

Entre más cerca está mayo, más crece la ansiedad de empresas y sindicatos por la definición de las legitimaciones de los contratos colectivos de trabajo (CCT) y, con ello, la forma de organización colectiva de sus trabajadores.

Los números de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) muestran claramente que por bien que nos vaya, alcanzaremos aproximadamente un 15% de legitimaciones sobre el total de CCT identificados, lo que equivale a cerca de 20,000 contratos que pasarán el trámite. La pregunta que entonces surge es: ¿cómo será la configuración del mapa sindical y que sucederá con una gran mayoría de empresas que no cuentan con un contrato colectivo?

Según el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE), herramienta de demografía empresarial del Inegi, en mayo de 2022 teníamos más de 5.5 millones de negocios, entre los que predominan los del sector terciario, es decir, los que realizan actividades de comercio y servicios.

Ahora, si consideramos que tradicionalmente la actividad sindical se ha concentrado en el sector industrial, especialmente en grandes conglomerados manufactureros, al identificar de entre el total de negocios aquéllos que corresponden a establecimientos relacionados con el sector manufacturero en México, la cifra de 2022 se aproxima a 608,500 empresas, siendo el Estado de México la entidad federativa con el mayor número de establecimientos de dicho sector, con alrededor de 65,000 unidades.

En este contexto, gran cantidad de empresas vivirán en ambientes libres de sindicatos, donde la entrada o no de estos esquemas de organización colectiva dependerá de la decisión de los trabajadores. Por lo que podemos esperar una actividad sindical sin precedentes, donde las organizaciones obreras intentarán conquistar a estos trabajadores y entrar en las empresas para negociar nuevos CCT a través del certificado de representatividad.

En esta línea, el nivel de actividad sindical es poco homogénea en la República Mexicana, desde estados como Puebla, Veracruz o Baja California con muy bajos niveles de emisión de estos certificados, hasta el Estado de México donde en enero 2023 se habían emitido más 1,600.

Este monitoreo de riesgo laboral será clave para que las empresas prevean dónde pueden ser más vulnerables y diseñen estrategias para preparar a sus trabajadores en la mejor elección de sus representantes.

Así mismo, de acuerdo con datos del Centro Federal de Conciliación y Registro laboral, cerca de 200 contratos colectivos han sido terminados a través de legitimaciones donde el trabajador da su voto negativo, terminando la relación con el sindicato, pero conservando sus beneficios y prestaciones.

Es interesante ver el detalle detrás de estos números, pues de estos 205 CCT terminados, un 25% corresponde al sector de comercio, específicamente al de retail, principalmente en supermercados y tiendas departamentales que tradicionalmente estaban bajo un esquema de contratos de protección y que, al activarse el proceso de legitimación, se demuestra que se trata de sindicatos que no cuentan con la suficiente conexión y fuerza con los trabajadores, obteniendo este resultado.

En este contexto, la duda es si la influencia de los sindicatos que sí lograron la legitimación de los CCT será suficiente para obtener resultados favorables en las consultas subsecuentes en el marco de las revisiones integrales de contrato colectivo.

Si los sindicatos entienden realmente su rol de conexión con los trabajadores y, a la vez, de balance entre la mejora de las condiciones laborales y los resultados del negocio, es posible que se puedan consolidar como verdaderos representantes de los trabajadores. De otro modo, su existencia también puede enfrentar grandes desafíos, como en otros países que han ratificado el convenio de libertad de asociación y hoy cuentan con muy bajos índices de sindicalización producto de la falta de un esquema moderno de afiliación y atención a las personas sindicalizadas.