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Después del 1 de mayo, ¿cómo van las constancias de representatividad?
Tras la publicación de las nuevas reglas para la negociación colectiva en el país en 2019 se han presentado más de 2,400 solicitudes de constancias de representatividad de sindicatos, lo que demuestra que el mecanismo está funcionando. El sector de la construcción encabeza la lista.
A partir de la entrada en vigor de la reforma laboral en México, uno de los elementos más relevantes de los cambios de la regulación en materia colectiva es lo referente a la constancia de representatividad, herramienta que ayuda en la transparencia de los procesos de representación de los trabajadores.
Mediante el proceso establecido en la Ley Federal del Trabajo de 2019, se garantiza que el sindicato que solicita una constancia de representatividad cuenta realmente con el apoyo de al menos el 30% de los trabajadores, con lo que se eliminan viejas prácticas de extorsión y se fortalece la libertad de asociación.
En este sentido, hemos visto un desempeño muy positivo del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, pues realmente están ejerciendo un control y verificación del cumplimiento de estos requisitos, dando certeza a trabajadores, sindicatos y empresas de la fidelidad de estas solicitudes.
Así mismo, hemos visto un aumento importante en la cantidad de solicitudes de constancias de representatividad a lo largo de este periodo de la implementación de la reforma, lo que significa que hoy es un mecanismo que tanto trabajadores y sindicatos comprenden, por lo que en la medida en la que se sigan manteniendo estos procesos de verificación, seguramente será más sostenible el desarrollo de la actividad sindical autentica.
De acuerdo con el reporte de inteligencia laboral de la firma De la Vega & Martínez Rojas y con base en cifras del Centro de Conciliación, a la fecha se han presentado más de 2,400 solicitudes de constancias de representatividad, la mayoría de las cuales se han dado en el Estado de México, la Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León y Querétaro.
En 2022 se solicitaron casi 2.4 veces más constancias que el año anterior, lo que refleja la madurez que va tomando este mecanismo de transparencia en la representatividad colectiva, que se convirtió a partir del 1 de mayo de 2023 en el esquema de activación de la vida sindical en las empresas.
En cuanto a los sectores con mayor presencia de solicitudes, están la construcción, con más de la tercera parte de las constancias, seguido a buena distancia por el sector comercio, donde encontramos multiplicidad de tipo de negocios, desde estaciones de gasolina hasta cadenas de supermercados. Aparece también el sector de alimentos, que incluye desde restaurantes hasta empresas dedicadas a la elaboración de diversos tipos de artículos de despensa y comestibles.
Sin duda, uno de los sectores que toma lugar en esta lista es el automotriz, principalmente representado por las manufacturas de autopartes y casos muy sonados de ensambladoras, que incluso han sido parte del mecanismo de respuesta rápida para quejas laborales establecido en el T-MEC.
Finalmente, en la lista aparece el sector de metalúrgica, siderúrgica y la industria química. Llama la atención que muchas de estas ramas de la economía son también parte de los sectores prioritarios en el marco del acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá.
La presencia sindical en las empresas ha sido siempre motivo de preocupación más que de alegría, incluso en aquellas donde existen buenas condiciones de trabajo. Esto es resultado de un ejercicio de representación de los trabajadores poco balanceado y orientado a la sostenibilidad de las organizaciones, pues muchas veces se mueve más por intereses políticos o económicos.
Sin embargo, en México tenemos presencia de algunos sindicatos independientes, los cuales han entendido su rol responsable como voceros de los trabajadores y que en conjunto han logrado construir ambientes de trabajo viables para la productividad, al tiempo que mejora la calidad de vida de los trabajadores.
Contar con organizaciones sindicales maduras, que responden con propuestas a los desafíos de las empresas, es realmente una ventaja competitiva en cualquier organización. Por esto se hace cada vez más importante la responsabilidad del gobierno, empresas y centrales sindicales para asegurar la formación y preparación de todos los actores que intervienen en las relaciones laborales, pues será la única forma de garantizar la competitividad de México en el marco económico global.