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Capital Humano

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Las disidencias sexuales en el trabajo: Aquí estamos, así somos y esto padecemos

La representación importa, saber cuántas personas somos y cómo vivimos, también. Con datos del Inegi, por ejemplo, ahora podemos saber que a más de 251,000 personas de la población LGBTQIA2S+ les han negado un trabajo por ser quienes son.

Foto: Shutterstock

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Hacer visible lo invisible, una de las consignas de grupos excluidos. Este martes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó los resultados de la primera Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género 2021 (Endiseg), donde señala que en México al menos 5 millones de personas mayores de 15 años nos identificamos como LGBT+ y que más de 3.1 millones contamos con empleo y que tres de 10 han recibido un trato desigual en el trabajo.

La Endiseg “es un ejercicio pionero a nivel internacional que responde a la demanda histórica por conocer las características demográficas” de esta población, señaló en Inegi en su cuenta de Twitter. México es el primer país en contar con datos oficiales sobre esta población, también agrupada en las siglas LGBTQIA2S+, (lesbiana, gay, bisexual, transgénero, queer, intersexual, asexual y de dos espíritus).

El 64% de quienes se identificaron con alguna de esas identidades es económicamente activo. Es decir, que tiene trabajo remunerado o está en busca de uno. El porcentaje para el resto de la población es de 66 por ciento. La mayoría, el 25%, labora en actividades de apoyo y agropecuarias. En segundo lugar, el 18% se dedica a actividades técnicas o profesionales y, en tercer sitio, con el 17%, al comercio.

Sin embargo, a más de 875,728 personas (el 28%) no les han respetado los mismos beneficios laborales que al resto del personal, como prestaciones o ascensos. Por el contrario, han recibido comentarios ofensivos o burlas, entre otras situaciones de rechazo social en el trabajo.

De las más de 3.1 millones de personas LGBTIQ2S+ ocupadas en una actividad que les genera un ingreso laboral, casi 2 millones trabajan para alguien más, el 62 por ciento. Dos de cada 10 laboran por cuenta propia, la Endiseg dice que son más 672,000 trabajadores y trabajadoras independientes. Y al menos 130,512 son jornaleras, jornaleros o peones y peonas. Apenas 1% es empleador o empleadora.

Una ventana a múltiples realidades

Conforme a las personas que respondieron a esta primera encuesta, sabemos que “el monto de población LGBTI+ asciende a 5.1 % de la población de 15 años y más (5 millones de personas). Así, una de cada 20 se identifica” como parte de las disidencias sexogenéricas.

La mayoría vive en el Estado de México, con 490,000 personas de más de 15 años. Le sigue la Ciudad de México, con 311,000 y, en tercer lugar, Veracruz, con 308,000.

El 11% se identifica además como indígena y el 4%, como afrodescendiente. Más de 2.4 millones se declararon bisexuales; 1.7 como gay, bisexual o lesbiana; 519,00 como pansexual, demisexual, asexual y otros, y la población transgénero, transexual o de otra identidad de género que no coincida con el sexo asignado al nacer es de 909,000

Las disidencias en el empleo

“El derecho al trabajo es un derecho fundamental y esencial para la realización de otros derechos humanos y constituye una parte inseparable e inherente de la dignidad humana”, señala la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Es un “derecho llave”, pues abre la puerta para que accedamos a derechos económicos, sociales y culturales al libre desarrollo de nuestra personalidad, de acuerdo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Por ello es muy importante que podamos acceder a él.

En México, y en muchos otros países, la seguridad social está asociada al empleo, pero en específico el empleo formal. “El 26% de la población LGBTI+ informó que, cuando requiere de atención médica, acude a instituciones públicas como IMSS, ISSSTE, Pemex, Ejército o marina y 19.4 % dijo atenderse en el INSABI”. Sin embargo, la encuesta no permite conocer si es porque en su trabajo les han afiliado o algún familiar. El 50% reportó asistir a hospitales privados o consultorios de farmacia.

Otro derecho es la información y a saber. Hoy sabemos de manera más cercana cuántas personas podrían haber dentro de las siglas LGBTIQ2S+ y sabemos que a 251,693 personas les negaron un trabajo por su orientación sexual o identidad de género.

Pero para llegar a pedir un empleo hay un camino, por el que a muchas personas les fue difícil transitar. A casi 52,000 le negaron u obstaculizaron el derecho a la educación, teniendo en cuenta ello, será más complicado que cuenten con las habilidades necesarias para ser contratadas, contratados o contratades.

Pese a esa realidad, el 62% cuenta con nivel educativo medio superior o superior. “En contraste con la población No LGBTI+, el porcentaje que cuenta con estos mismos niveles educativos es de 46.4 por ciento. Lo anterior puede relacionarse con que la población LGBTI+ está en edades más jóvenes y ha alcanzado una mayor escolarización”.

De quienes rompieron varias barreras y tienen un trabajo, a más de 781,000 le ocurrió al menos una situación de rechazo social en el ámbito laboral. La mayoría se identifica como mujer, el 51 por ciento.

De acuerdo con la Endiseg, el 29% de la población LGBT+ se siente muy satisfecha en su vida laboral, en contraste con el 32% de las personas cis y heterosexuales.

Los resultados de la encuesta también nos permiten saber que del 36% de la población de las disidencias sexuales que no es económicamente activa, más de 690,000 personas se dedican al trabajo del hogar o al cuidado de sus miembros o integrantes sin remuneración.

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