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Los líderes que no comunican las acciones de su compañía impiden su crecimiento
Un líder debe prepararse, no sólo para hablar en público, sino para poder transmitir un mensaje de manera efectiva en poco tiempo y para responder a los cuestionamientos del público. Es de suma importancia tener una mente analítica, saber controlar las emociones e interactuar con públicos diversos.
Desde una posición de liderazgo es nuestra responsabilidad transmitir lo que hace nuestra empresa para impactar de manera positiva a todos sus grupos de interés.
Cuando llegas a una posición de liderazgo, el interés, más allá de tu empresa, depende de ti. Es decir, evidentemente, el nombre de la compañía a la que perteneces contribuye a posicionarte, pero la portadora –o el portador– del mensaje siempre serás tú.
Esto supone una gran responsabilidad. No importa si eres el presidente de la compañía o tienes otro puesto de liderazgo, debes involucrarte no sólo con la comunidad, sino con la sociedad. ¿La razón? Los liderazgos únicamente internos ya no funcionan.
Cuando no comunicas las acciones de tu compañía impides su crecimiento –no importa si eres una empresa B2B y consideras que con mantener la comunicación con tus clientes es suficiente–. Es importante que transmitas por qué eres una buena empresa para trabajar –lo que contribuye a retener al talento–, también tienes que hablar de la cultura de la compañía, de las acciones que se llevan a cabo para cuidar el entorno y de lo que se ha hecho para generar un ambiente de inclusión, entre otros temas que abonen a generar mayor visibilidad a la empresa.
Otra de las grandes responsabilidades que tienen los líderes, en materia de comunicación, es la motivación de los equipos. Las diversas áreas de la compañía pueden tener muy claras sus metas a cumplir, por ejemplo, en términos de ventas y rentabilidad. No obstante, debemos motivarlos, transmitirles el propósito de la compañía, reafirmar nuestro compromiso con ellos y contagiarles entusiasmo.
Ahora, cuando comunicamos desde posiciones de liderazgo, claro que es fundamental revisar si los temas que abordaremos no comprometen la confidencialidad, la integridad o la reputación de la compañía. En este sentido, es crucial recibir un entrenamiento específico por parte de la empresa y apegarse a los lineamientos corporativos, sobre todo si participaremos en conferencias o nos expondremos a medios de comunicación.
Puede ser que no tengamos un dominio pleno de todas las áreas de la compañía en la que nos encontramos, pero cuando tenemos una responsabilidad como representantes de una empresa, es de suma importancia sumergirse en los procesos, en temas técnicos y cuestiones propias de la industria en la que nos encontramos para hacer justicia a los mensajes que queremos transmitir.
Darle voz a la compañía a una compañía no es sencillo. Es un hecho que un director, además de hacerse cargo de los resultados y de la ejecución del plan de negocios, también debe involucrarse en los temas de cultura de la empresa. En mi caso, fue gracias a mi desempeño como vocera de las compañías a las que he pertenecido que posteriormente me han invitado a compartir mi experiencia como directora general al frente de una compañía transnacional, hablando sobre temas de liderazgo, inclusión y diversidad.
Un líder debe prepararse, no sólo para hablar en público, sino para poder transmitir un mensaje de manera efectiva en poco tiempo y para responder a los cuestionamientos del público. Es de suma importancia tener una mente analítica, saber controlar las emociones e interactuar con públicos diversos.
Personalmente puedo decir que todo esto se aprende con los años. Independientemente de los entrenamientos, es fundamental comprender que no podemos controlar absolutamente todo, debemos aprender a soltar, a confiar en lo que sabemos. En una conferencia no puedes, por ejemplo, controlar quién se sentará en primera fila y quizá no le guste lo que vas a compartir; no puedes controlar que los micrófonos funcionen perfectamente bien, que no se vaya la luz o que la temperatura sea idónea. Son cosas para las que tienes que estar preparado, listo para adaptarte y dar tu mensaje.
Hablemos, comuniquemos. Desde una posición de liderazgo podemos impactar a diversos públicos. No sólo a nuestros colaboradores, clientes y proveedores, sino a grupos como las mujeres –para quienes aún se requieren mejores condiciones de equidad en las empresas– y para las nuevas generaciones, que requieren de mensajes impactantes que impulsen su desarrollo. Así también podemos hacer la diferencia.