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Capital Humano

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Plataformas de reparto: ¿Cómo han influido en la creación de empleo en los negocios?

Los comercios que con la pandemia de covid-19 comenzaron a enviar sus productos con repartidores de plataformas digitales vieron aumentados sus ingresos, por lo que varios contrataron más personal y ampliaron sus negocios, de acuerdo con un análisis del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas.

El reparto a domicilio, abastecido mediante las aplicaciones, ha generado millonarias ganancias para las plataformas digitales y les ha dado empleo o ingresos a miles de personas, pero también ha ayudado a que pequeños y medianos negocios crezcan y que, a su vez, abran más plazas de trabajo.

Los comercios que con la pandemia de covid-19 comenzaron a enviar sus productos con repartidores de plataformas digitales, como Uber, DiDi o Rappi, aumentaron 80% sus ingresos, contrataron a 84% más personal y abrieron 143% más negocios, según un estudio de Víctor Carreón Rodríguez, profesor asociado del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas.

La investigación del matemático y economista también revela que “las personas repartidoras asignan más horas a su ocupación que el resto de los ocupados”. En promedio, trabajan 10 horas al día, pues mientras más tiempo estén conectados y conectadas y aceptando pedidos, tendrán un mayor rango de ganancia.

Las plataformas digitales han abierto nuevas posibilidades de empleo, “en particular, para las mujeres, las personas con discapacidad, los jóvenes y las personas que quedan al margen de los mercados laborales convencionales”. Sin embargo, enfrentan diversas problemáticas en sus condiciones laborales, señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Los ingresos son variables, “la imposibilidad de gozar de los derechos a la protección social, la libertad de asociación y de negociación colectiva”, son algunos, apunta en el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: El papel de las plataformas digitales en la transformación del mundo del trabajo.

“Las horas de trabajo suelen ser prolongadas e imprevisibles. La mitad de los trabajadores de plataformas digitales gana menos de 2 dólares de los Estados Unidos por hora. Además, en algunas plataformas hay brechas notables de remuneración”.

Tres beneficios para la población en general

Además de crear más negocios y empleos, “hay otras tres ganancias”, según Víctor Carreón. “La primera es que potencializó a las dark kitchen”. Se trata de restaurantes que no tienen un local para recibir a comensales y producen los alimentos sólo para la venta a domicilio.

Las plataformas los aceleraron. “Nosotros entrevistamos a un buen grupo de restauranteros y algunos de ellos nos dijeron que, gracias a las plataformas, cambiaron de actividad. Antes tenían un empleo, digamos, normal de ocho horas” y en sus tiempos libres creaban los productos, señala.

Lo que hicieron las aplicaciones digitales, con el trabajo de repartidoras y repartidores “fue reducir los costos de transacción y se volvió más eficiente este modelo” de las dark kitchen o cocinas fantasma, contó el investigador en un foro sobre la regulación del trabajo por aplicación, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a finales del año pasado.

La segunda ganancia es que en el momento más crudo de la pandemia, en 2020, los repartos a domicilio que hicieron cientos de miles de personas trabajadoras evitaron alrededor de un millón de contagios de covid-19 al permitir que mucha gente se mantuviera en casa y con distanciamiento social.

“El tercer beneficio indirecto es el ahorro en contaminantes”. Los repartos a pie o en bicicleta evitan que muchas personas salgan a comprar y utilicen su coche, explica.

Jóvenes, con secundaria y largas jornadas

En el segundo semestre de 2022, principalmente, trabajadoras y trabajadores de plataforma llevaron el tema de sus derechos laborales al foco público. Desde hace unos han años han demandado seguridad social, salarios justos y otras condiciones de trabajo dignas.

Para algunas organizaciones, como la Unión Nacional de Trabajadores por Aplicación (UNTA), lo primordial es el reconocimiento del vínculo laboral de parte de las empresas digitales, y su inclusión en la Ley Federal del Trabajo con la categoría de trabajadores y trabajadoras.

“Las personas repartidas tienen una primera característica que los hace diferentes del resto de personas ocupadas”, según Víctor Carreón: “Son jóvenes en su gran mayoría. Eso no quiere decir que no haya personas repartidoras de otros grupos de edad, pero el 80% es menor de 44 años. Eso no ocurre en ninguna de las otras actividades económicas” y la mayoría cursó hasta la secundaria.

Una de las ventajas que se enarboló para este tipo de actividad es que las personas repartidoras o choferes serían sus propios jefes o jefas. Y lo que muestran las cifras del profesor e investigador es que, si ese fuera el caso, serían jefes explotadores consigo mismos.

“Hay un buen grupo que se asigna la misma cantidad de horas a su ocupación que si estuviera en un empleo subordinado”. Pero el 80% trabaja más de 48 horas a la semana “y eso no ocurre con el resto de ocupados en la economía, ¿por qué? por la flexibilidad”. Una de las características que las empresas toman como bandera para no reconocer el vínculo laboral con los repartidores y las repartidoras.

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