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Sindicatos independientes enfrentarán prueba clave de supervivencia
De los 139,000 CCT registrados en el país, sólo un poco más de 14,700 han sido avalados por la base trabajadora, esto le dará una oportunidad a las agrupaciones minoritarias para pelear por más representatividad una vez que concluya el plazo para la legitimación.
En 20 días termina el plazo iniciado hace cuatro años para legitimar los contratos colectivos de trabajo (CCT) registrados en el país y el avance es del 11 por ciento. Dicho proceso, uno de los más importantes de la reforma laboral, les abre dos caminos a los sindicatos independientes: disiparse o ganar la representatividad que perderán las viejas centrales obreras.
Algunas de esas organizaciones llamadas independientes “se van a quedar trabadas en las trancas sin poder brincar”. La metáfora es de Alfonso Bouzas Ortíz, coordinador del Observatorio Ciudadano de la Reforma Laboral (OCRL).
“Después del 2 de mayo no se nos cierran las puertas, al contrario. Las empresas donde no se legitimen los contratos porque los sindicatos hicieron mal las cosas serán espacios de oportunidad para nosotros”, comenta animosa Abelina Ramírez, secretaria general del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas (SINDJA).
La legitimación de los CCT es el aval de la base trabajadora a su contrato colectivo mediante una votación personal, libre, directa y secreta. Antes de la reforma laboral de 2019 este requisito no existía.
De acuerdo con el artículo Décimo Primero transitorio de la reforma, el plazo para legitimar los contratos termina el próximo 1 de mayo. Aquellos que no sean puestos a consulta “se tendrán por terminados”, pero las empresas deben conservar los beneficios para el personal involucrado.
Luego de una revisión en 2019, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) actualizó el número de contratos colectivos vigentes y lo redujo de más de 550,000 a 139,000. De esa última cifra, sólo 14,739 han sido legitimados hasta el momento. Es decir, el 11% del total.
¿Para qué legitimar los contratos colectivos?
Desde hace más de 30 años, trabajadores, trabajadoras, especialistas de la academia y acompañantes legales de sindicatos disidentes insistían en “que más del 90% de la contratación colectiva en México era de mentiritas, muchos trabajadores ni sabían que tenían un contrato colectivo”, señala Alfonso Bouzas en entrevista.
Pero fue hasta las reforma a la Constitución en 2017 y a la Ley Federal del Trabajo en 2019 que lograron crear una medida para que esto no siguiera ocurriendo. Este gran cambio en el mundo del trabajo del país “tiene como columna vertebral la libertad y la democracia sindical”, explica el laboralista.
“La legitimación de los CCT surge porque en México existen miles de contratos de protección patronal”, apunta Inés González, coordinadora colegiada de la Red de Mujeres Sindicalistas (RMS).
Para muchos sindicatos la negociación consistía en garantizarle “al patrón que tendría el control de los trabajadores. A cambio, las dirigencias obtenían apoyo para que no se crearan movimientos laborales autónomos”, detalla. Por eso la base no siempre estaba de acuerdo con lo pactado o ni siquiera conocía el contrato.
“Uno de los objetivos más importantes de la reforma laboral es acabar con los contratos de protección”, ha reiterado la secretaria federal del Trabajo Luisa María Alcalde Luján. El conocimiento del contenido de los CCT y su legitimación es una de las vías para lograrlo.
Arma de doble filo para los independientes
En las entidades agrícolas del norte del país “una gran cantidad de empresas se están quedando sin la legitimación de sus contratos colectivos porque los sindicatos charros no lo están haciendo y no lo van a hacer”, dice segura Abelina Ramírez, líder de jornaleros y jornaleras.
Una vez que termine el plazo legal, continúa, el SINDJA y otros sindicatos independientes que tampoco cuentan con la titularidad del contrato colectivo tendrán la oportunidad de solicitar la constancia de representatividad.
La negociación del CCT la puede realizar el sindicato que represente por lo menos el 30% del personal cubierto por el contrato colectivo, según el artículo 390 Bis de la LFT. “Antes, debíamos representar a más del 51% de afiliados para pelear el contrato colectivo”, pero la reforma le dio impulso a los sindicatos minoritarios.
“Entonces, para sindicatos como el nuestro es una oportunidad. Pero sobre todo, para los trabajadores que no han podido ejercer de manera plena su derecho a la liberta sindical”. En el caso de la industria agrícola, explica, la obstaculización ha venido de empresas, que hostigan y despiden a los jornaleros. Pero también de los sindicatos que pertencen a las grandes centrales obreras y tienen la titularidad del CCT.
Alfonso Bouzas pondera el análisis de los sindicatos independientes. Si bien muchas de esas organizaciones tienen gran actividad, “algunas directivas pecan de estar distantes de las bases. No en todos hay una cercanía como, por ejemplo, la que demostró el sindicato de telefonistas. Guste o no, las bases salieron convencidas de la negociación contractual”.
La vida sindical activa no hace que el proceso de legitimación sea más fácil, pero sí democrático, dice Inés González. Y pone como ejemplo al Sindicato Independiente de Trabajadores Volkswagen de México, que apenas a mediados de marzo pasado logró legitimar su CCT.
“Los trabajadores conocen su contrato porque han luchado por él, saben lo valioso que es. Pues claro que cada vez será un grupo más exigente y va a solicitar más a cuenta que un sindicato con trabajadores y trabajadoras acostumbradas a no ser consultadas”, agrega.
Habrá menos contratos colectivos de trabajo, también menos sindicatos, al tiempo que el número de personas sindicalizadas también va a la baja. Apenas un poco menos del 13% de la población trabajadora está afiliada a una organización sindical.
Alfonso Bouzas estima que en mayo próximo “vamos a saber verdaderamente cuál es el peso político de los sindicatos de los trabajadores organizados y si todos los demás (trabajadores), que son el 90%, quieren seguir sin sindicatos”.