Buscar
Opinión

Lectura 4:00 min

¿Qué tan persistente debe ser el combatea la inflación?

“El éxito no es la ausencia de fracaso; es la persistencia a través del fracaso”.
Aisha Tyler, actriz y escritora estadounidense.

De manera persistente en el último año, se ha discutido en el entorno económico y financiero, las decisiones de política monetaria que llevan a cabo, por un lado, el Banco de México y, por el otro, el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos. 

En ambos casos, se discute qué tan rápidas, frecuentes y sostenidas deben ser las decisiones de reducción de la tasa de referencia; discusión que se vincula con las percepciones que se tienen sobre el nivel de control que se ha logrado de la inflación en ambos países; así como sobre los temores de que nuevas condiciones en el horizonte inmediato, pudiesen alimentar un proceso inflacionario.

Preocupa a muchos el que, por la naturaleza de las causas y condiciones específicas que generaron la inflación reciente, hoy se percibe la inflación como “más pegajosa”; más persistente y consecuentemente, se generan temores de que, de liberarse los controles monetarias antes de tiempo, pudiese regresar el crecimiento de la inflación y, consecuentemente sería más complicado retomar el control de los precios.

Al respecto, en el documento Lessons from History for Successful Disinflation de Romer et al, publicado por el National Bureau of Economic Research este año, se analizan las razones del éxito o fracaso de las políticas para combatir la inflación en EU desde la Segunda Guerra Mundial. En él, los autores concluyen que el factor fundamental que determina el éxito de una política monetaria de control de la inflación es lo que denominan, “la solidez del compromiso” de la autoridad monetaria, desde el inicio del proceso.

Cuando la Fed mostró un compromiso alto con la política monetaria contra la inflación (elevando y manteniendo la tasa de referencia elevada), se lograron reducciones significativas y duraderas del alza de precios; por el contrario, cuando “el compromiso” fue bajo, la reducción de la inflación fue menor y la secuencia de reducción también fue de corta duración.

Los autores vinculan esta idea de “compromiso” con la disposición de los responsables políticos a tolerar pérdidas de producto interno bruto (PIB) para reducir la inflación, y el sostenimiento de la convicción de que la política monetaria por si sola puede reducir la inflación.

En el documento se exploran los dos canales de transmisión de la política monetaria en el control de la inflación: Por un lado, la formación de expectativas de inflación y, por el otro, la perseverancia en la política.

Los autores señalan que no encontraron evidencia sólida de que un mayor compromiso con la política monetaria antiinflacionaria reduzca, de manera directa las expectativas de inflación, pero sí observan una correlación entre “el compromiso” y la perseverancia en la aplicación de políticas de contracción que permiten una reducción sustancial de la inflación.

Los ciclos de precario control de la inflación se asocian con un bajo compromiso, que se manifestó abandonando prematuramente la política monetaria restrictiva, por las preocupaciones sobre las pérdidas potenciales en el crecimiento económico, bajo la premisa de que la política monetaria ya había hecho su tarea y que otras políticas (típicamente fiscales) podrán operar de forma complementaria.

En relación con política monetaria de la Fed iniciada en el 2022, el documento detalla que presenta similitudes con episodios históricos de alto compromiso, por lo que sugieren que existen probabilidades de éxito en un control persistente y duradero de la inflación.

Hoy, sin embargo, existen preocupaciones complementarias por la posibilidad, bajo la nueva presidencia de Trump, de que se establezcan medidas que tengan efectos inflacionarios complementarios, por ejemplo, el establecimiento de aranceles o tarifas a las importaciones o por el crecimiento del déficit público que, aún con una política monetaria todavía restrictiva, alimenten un nuevo ciclo de inflación.

El autor es politólogo, mercadólogo, financiero, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y Presidente del Consejo para el Fomento del Ahorro Educativo.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete