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Opinión

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Reflexiones financieras de cara al 2025

A muchas personas no les gusta hablar de dinero, a pesar de es quizá uno de los aspectos más cotidianos de nuestra vida. Todos los días, desde que nos levantamos, tomamos decisiones financieras. Es por eso que aprender a manejar nuestras finanzas personales es tan importante.   

Desafortunadamente, mucha gente no les presta atención hasta que surgen problemas. La mayoría de la gente que me contacta lo hace cuando su problema es muy grave y poco puedo hacer para ayudarlos. Están desesperados y quieren una solución rápida que muchas veces no existe. Es como si uno quisiera aprender a nadar cuando ya se está ahogando.

La buena noticia es que nunca es tarde para tomar control de nuestro dinero y empezar a construir un futuro más seguro y sostenible, que nos produzca tranquilidad y no estrés. A continuación, algunas reflexiones importantes:

Conocimiento es poder. La educación financiera es sumamente importante. No se enseña en las escuelas y desafortunadamente mucha de la que existe en línea es de pésima calidad (aunque debo reconocer que en algo puede ayudar). Es importante mencionar que no se trata nada más de tomar un curso: es un camino de aprendizajes de toda la vida. He tenido la fortuna de leer, desde hace muchos años, innumerables libros, artículos y blogs sobre distintos temas de finanzas personales, unos buenos y otros no tanto, que me han formado un criterio. La educación es un camino, no un destino.

Uno tiene que tener muy claras sus prioridades. ¿Qué es lo más importante para ti? ¿Qué es lo que quieres lograr? ¿Cuál es tu misión en la vida? ¿Cuáles son tus valores? Antes de emprender un viaje tienes que saber a dónde te diriges, cuál es tu destino. A partir de ahí hacer un plan.

El plan de gastos es clave para tomar control de tu dinero. Mucha gente comete el error de presupuestar ingresos y anticipar gastos. Eso, en mi opinión, no funciona. Siempre hay gastos no planeados (eso es parte de la vida) y en ocasiones uno tiene contemplados ingresos que no llegan, como bonos, reparto de utilidades o simplemente una venta que parecía segura, pero a último momento se cae. En cambio, un plan de gastos consiste en hacernos una sencilla pregunta, cada vez que recibimos un ingreso: ¿qué es lo que necesito que este dinero haga por mí, antes de que me vuelvan a pagar? De esta forma, le asignamos a cada peso que ganamos un trabajo. En otras palabras: nosotros le decimos a nuestro dinero qué tiene que hacer. Nosotros estamos en control.

Ahorrar es necesario, pero no es suficiente para construir tu libertad financiera. También hay que saber invertir. Mucha gente no entiende que si los ahorros no crecen más que la inflación, en realidad no están ganando, sino perdiendo. Ese dinero vale cada vez menos. La buena noticia es que los conceptos que uno necesita saber para invertir con inteligencia, con un horizonte de largo plazo (toda tu vida productiva), son muy sencillos. La mala es que toda la industria financiera (intermediarios, brókers, asesores, etc) está diseñada para quedarse con buena parte de tu dinero a través de distintas comisiones. Por otro lado, a veces incentivan ciertos comportamientos, como el trading, porque eso les genera muchas ganancias. Nuevamente, la educación financiera es esencial.

Endeudarte, aún a meses sin intereses, significa gastar dinero que todavía no has ganado pero piensas recibir. Le estás quitando dinero a tu futuro. Es importante que pienses mucho en esto hasta que lo entiendas. Comprar todo hoy para pagar después no es normal. Es de hecho la antítesis de la libertad financiera que implica construirla hoy, durante muchos años, para disfrutarla después.

¿Qué pasa si la vida te tira bolas curvas? Me ha tocado ver de cerca gente que lo ha perdido todo con un terremoto. O también que ha tenido que hipotecar su casa para pagar el tratamiento de una enfermedad grave. Todo por no tener los seguros adecuados o pensar que “no son necesarios”. Hace algunos años el papá de un amigo falleció y de un día para otro se quedaron sin nada. No dejó testamento, no tenía ahorros y hasta la casa donde vivían estaba a nombre de otra persona (su socio del negocio, que se quedó con todo). No tuvieron más remedio que irse a provincia, con la familia de la madre a iniciar una nueva vida. Todo por falta de previsión.

La vida cambia y las necesidades evolucionan. Nuestras finanzas personales también. Por eso es muy importante revisar, regularmente, nuestro plan y asegurarnos que siga siendo adecuado para nuestra realidad y nuestras prioridades de vida.

Aprender a manejar nuestro dinero, al principio, puede parecer abrumador. Pero no es tan diferente como aprender a conducir un automóvil. Al principio parece difícil, pero con un poco de práctica y conocimiento, nos saldrá de manera natural, casi automática. Paso a paso. Recuerda que la clave está en la constancia y la disciplina.

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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