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Capital Humano

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Desconexión digital, el derecho laboral que nació sentenciado a ser sólo un buen deseo

En el marco normativo del mundo laboral mexicano, el derecho a la desconexión digital está presente desde hace unos cuantos años, pero en la realidad no ha terminado de permear. Incluso ni en periodos vacacionales las personas logran desconectarse del trabajo.

Foto: Shutterstock

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Hace tres años, México tuvo una de las mayores innovaciones en derechos laborales: el reconocimiento a la desconexión digital al finalizar la jornada laboral. Hasta ese momento, el país era una de las pocas economías del mundo que otorgaba a los trabajadores la posibilidad de ignorar mensajes o llamadas de trabajo al terminar su horario. Pero la regulación en papel poco se ha podido trasladar a la práctica.

Tan sólo en vacaciones, un periodo pensado para el descanso y reponer energías, ocho de cada 10 personas admiten que es difícil desconectarse del trabajo. Y aunque un 21% asegura que la necesidad de mantenerse pendiente de las actividades laborales es por su propia autodemanda, para una cuarta parte la poca capacidad de desprenderse se vincula con las exigencias de sus jefes y la cultura de la empresa, de acuerdo con una encuesta de OCC.

El derecho a la desconexión digital fue incorporado a la Ley Federal del Trabajo (LFT) en 2021, con la reforma de teletrabajo. Paradójicamente, aunque la legislación lo reconocía, fue hasta que se elaboró la NOM-037, que regula las condiciones de seguridad y salud en el trabajo remoto, cuando se estableció una definición.

“Derecho de un trabajador a apartarse del trabajo (incluida la desconexión de las TIC de manera digital) y abstenerse de participar en cualquier tipo de comunicación con el centro de trabajo al término de la jornada laboral, en los horarios no laborables, vacaciones, permisos y licencias”, así describe la NOM de Teletrabajo la desconexión digital.

Sin embargo, diversas mediciones dan cuenta de que el nuevo derecho laboral no ha terminado de permear en la práctica. Una muestra más de ello, es que el 46% de las personas en home office asegura que sus horas de trabajo han incrementado, principalmente por una mayor carga de tareas y por la comunicación de jefes fuera del horario de trabajo, según el informe Cambios laborales en México de OCC.

Ante una hiperconectividad en el trabajo por el uso de nuevas tecnologías de comunicación, la desconexión digital representa una oportunidad de conservar los límites para asegurar un mejor balance vida-trabajo y un descanso adecuado, ambos factores son importantes para la productividad.

“Trabajadores y empleadores pueden adoptar tiempos irregulares, creando una cultura de total disponibilidad (conocida en inglés como always on) que puede tener un impacto negativo en el balance vida–trabajo, la salud y el bienestar de los trabajadores”, advierte el Banco Interamericano de Desarrollo en su investigación Flexibilidad ¿Llegó para quedarse? de la serie El Futuro del Trabajo en América Latina.

Las nuevas tecnologías de la comunicación, como el correo electrónico o las plataformas de mensajería instantánea, si bien han facilitado la interacción entre los equipos de trabajo y han sido clave para la adopción del home office, la otra cara de la moneda es que han contribuido a una cultura de disponibilidad 24/7, donde no hay pretextos para no atender una llamada o un mensaje.

“La desconexión digital debe ser la disrupción de la cultura de trabajo de disponibilidad total. Ahora con los celulares que tienen acceso a correos electrónicos o mensajería instantánea, realmente los horarios se extienden por mucho más allá de ocho horas, incluso no hay una hora de inicio y final, realmente los correos llegan a cualquier hora, hasta fines de semana. Hay una barrera que se desdibujó en la virtualidad”, dice Olivia Segura, socia de Asesoría en Capital Humano y Gestión de Talento de KPMG México.

Desconexión digital vs cultura organizacional

Todo esto es resultado de una mala mezcla en un país con una cultura laboral que aún prioriza el tiempo de trabajo. México se caracteriza por jornadas extensas, mismas que se perciben como mayor productividad y compromiso de los trabajadores.

“Todo lo que tiene que ver con llamadas en días de descanso, correos fuera de horario, mensajes en la madrugada, son las costumbres que han creado esta cultura laboral tóxica. Hay una línea muy delgada entre lo que es la vida en el trabajo y la vida fuera de este, pero muchas empresas no se percatan de lo que está pasando”, afirma Arleth Leal, CEO de Tutorel y especialista en Recursos Humanos.

A decir de la especialista, el respeto a la desconexión digital tiene más que ver con un cambio en las culturas organizacionales, pues muchas de las llamadas y los mensajes fuera del horario de trabajo son un reflejo de un sentido de control.

Los últimos datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) ubican a México como la economía con más horas de trabajo. La fuerza laboral del país destina en promedio 2,207 horas al trabajo al año, eso es 26.6% más que la media de los países que integran el organismo.

“La virtualidad ha dado la sensación de que la gente debe estar disponible todo el tiempo, y si no contestan, hay una cultura que lo califica como una falta de compromiso o baja capacidad de trabajar en equipo”, afirma Olivia Segura.

De alguna manera, cuando se empezó a socializar el derecho a la desconexión digital, las empresas reconocían que no podría respetarse. En ese entonces, los hallazgos de OCC daban cuenta de cerca del 64% de las empresas que admitía que era difícil garantizar la nueva disposición, la razón principal era porque las “responsabilidades excedían los horarios”.

El alto costo para la salud  

En un entorno con mayor dificultad para desvincularse del trabajo para tomar un respiro, la desconexión digital se convierte en un asunto de salud laboral. Las jornadas extensas son el factor ocupacional que más muertes provoca, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“Esto le cobra una alta factura a la salud, y eso genera ausentismo, incapacidades e incluso rotación, por esa jornada extendida o la falta de tomar vacaciones, la gente se queda en el trabajo por este compromiso mal entendido”, apunta Olivia Segura.

La poca capacidad para desprenderse tiene un impacto directo en el agotamiento de los colaboradores. El informe Panorama Laboral 2023 de Pluxee evidencia que cuatro de cada 10 personas consideran que su carga de trabajo es excesiva, y eso se refleja en que la mitad de los encuestados se sienta con poca energía en su jornada.

De esta manera, aunque la desconexión digital es un reconocimiento más de la legislación laboral del derecho al descanso, poco ha logrado incidir la reforma en los niveles de agotamiento o estrés que experimentan los colaboradores. La mayor oposición es la cultura de trabajo que aún existe en muchas empresas.

Periodista especializado en políticas laborales, indicadores de empleo, futuro del trabajo, desarrollo de carrera, recursos humanos y salud laboral. Actualmente es editor de Capital Humano.

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