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Capital Humano

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Malas contrataciones y alta rotación le cuestan hasta 15% de productividad a las empresas

Algunas organizaciones han centrado sus estrategias de retención de talento en los niveles directivos y ejecutivos, descuidando al personal operativo, quien finalmente ejecuta las estrategias y donde mayor productividad se puede perder.

Foto: Shutterstock

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La alta rotación de personal y las malas contrataciones son asesinos silenciosos de los negocios. Las fugas de talento y la incorporación inadecuada de colaboradores a los puestos pueden representar una pérdida de hasta 15% en la productividad de las empresas.

De acuerdo con el estudio La base de la productividad de Quantum Talent, se identificó que en organizaciones mexicanas de uso intensivo de personal, como las industrias de retail, consumo masivo o servicios financieros, la alta rotación en la fuerza laboral operativa reduce entre 4 y 11% de la productividad de las compañías.

“Son personas que a través de su trabajo cotidiano mueven la economía, sin ellas no se produce, no se vende, no hay clientes satisfechos, no hay tiendas abiertas. A pesar de la importancia que tiene el talento operativo para el movimiento cotidiano de cualquier economía y de nuestras empresas, tradicionalmente el mundo de gestión de talento ha descuidado estas posiciones, el foco en la gestión de talento ha estado muy concentrado en posiciones no operativas”, subrayó Carlos Ganoza, CEO de Quantum Talent.

Si bien es cierto que los puestos ejecutivos son importantes por el rol que juegan en la toma de decisiones, el personal operativo no puede descuidarse porque es la fuerza laboral que ejecuta las estrategias, añadió.

¿Cómo ganar una batalla con buenos coroneles, pero con soldados sin entrenamiento, sin motivación, desconectados de la misión y que desertan a pocos días? reflexionó Carlos Ganoza. Esta analogía aterrizada al mundo laboral refleja que las organizaciones que pierden del foco al talento de primera línea están cometiendo un error para la rentabilidad del negocio.

El reporte identificó que en industrias como la del retail¸ la rotación va del 60 al 90%, esta fuga de talento genera una pérdida de la productividad de entre 7 y 11%; en consumo masivo la rotación se ubica entre 30 y 60%, con un impacto en los resultados de entre 4 y 7 por ciento.

Pero la salida de personal operativo no es el único factor que impacta en la rentabilidad de las empresas mexicanas, la incorporación de capital humano inadecuado también influye en las ganancias de las compañías.

“Las empresas intensivas en personal, es decir, las de sectores como retail, consumo masivo, servicios financieros y contact centers, no cuentan con el talento adecuado y, por tanto, tienen altas pérdidas de productividad. Esto significa que actualmente las empresas mexicanas de estas industrias pierden hasta un 15% de su productividad por empleado por no tener el talento adecuado”, señaló Carlos Ganoza.

De acuerdo con el estudio, sólo la mitad de la plantilla mantiene un nivel de productividad promedio (100%), un 15% logra superar el estándar (130%), pero alrededor del 35% de la fuerza laboral operativa de las organizaciones se conforma por talento alejado del promedio (70%).

“Esto puede ocurrir porque los jefes prefieren más tener la vacante ocupada por alguien más que no esté en línea con lo esperado que tenerla vacía y correr el riesgo de demorarse en reemplazar el puesto o reemplazarlo con alguien que tenga un desempeño aún peor”, se destaca en el reporte.

Del mito a la práctica

La reacción natural de las empresas suele en traducirse en mayor contratación de capital humano con un desempeño superior al promedio, también conocido como talento top performers; sin embargo, a nivel operativo, una estrategia centrada en esta clase de personal, debido a la escasez del mismo, puede desencadenar en presiones salariales.

La investigación de Quantum Talent reveló que el desempeño de la fuerza laboral de primera línea puede incrementarse con una mejor distribución de la plantilla y no necesariamente con la incorporación de talento altamente calificado.

Las organizaciones que reducen de 35 a 15% el número de trabajadores con desempeño por debajo del promedio (100%) mantiene sin cambios la proporción de colaboradores con rendimiento mayor al estándar y eleva a 70% la composición de la plantilla de personas con nivel promedio; la productividad total se incrementa en 10 por ciento.

“Incluso si esta reasignación ocurre a lo largo de tres años, está agregando tres puntos porcentuales al crecimiento de su productividad. Esto se puede traducir tanto en aumentos equivalentes en ventas o en aumentos mucho mayores en utilidad operativa”, resalta el estudio.

Para Carlos Ganoza, la búsqueda de mayor rendimiento no debe traducirse en sobrecargas de trabajo; el incremento de la productividad debe girar en torno a optimizar lo que ya se tiene.

Bienestar, el complemento

“La productividad aumenta si tenemos a las personas correctas en los lugares correctos”, afirmó Mauricio Reynoso, director general de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh). Además de esta alineación, el buen desempeño de las personas está ligado a un ambiente de trabajo sano.

“Siempre hemos enfocado esfuerzos de gestión de talento hacia la dirección, los líderes, y hablamos mucho de ese tipo de niveles jerárquicos y veníamos dejando a un lado a aquéllos que hacen realidad la estrategia, en la gran mayoría de los casos es el grupo operativo de las organizaciones. Hoy, definitivamente, los ojos se han puesto también en ellos”, dijo durante la presentación del estudio.

El director general de la Amedirh recordó que durante la pandemia el personal operativo ha sido la fuerza laboral que quedó fuera del home office¸ con un mayor riesgo al contagio. “El primer gran cambio es enfocarnos en su protección, su bienestar y el desarrollo de esa gente, esto es una práctica que llegó para quedarse”.

En esto coincidió Eduardo Villarreal, Management Systems & Transformation Office Director de Grupo Modelo/AB InBev. El ejecutivo resaltó que la salud y el bienestar de la fuerza de trabajo operativa debe ser un tema importante en la gestión de talento.

No sólo se trata de invertir en la seguridad de los trabajadores de primera línea, las estrategias de bienestar, agilidad, colaboración y trabajo flexible también tienen que alcanzar a este capital humano, apuntó.

Periodista especializado en políticas laborales, indicadores de empleo, futuro del trabajo, desarrollo de carrera, recursos humanos y salud laboral. Actualmente es editor de Capital Humano.

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