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Ola de calor y riesgos laborales: El múltiple impacto de trabajar expuesto a altas temperaturas

Los trabajadores en agricultura, construcción y turismo son sólo algunos ejemplos de actividades expuestas a riesgos de trabajo por la exposición a altas temperaturas. Las consecuencias pueden ir desde pérdidas de concentración o agotamiento hasta cáncer en la piel.

Foto: Especial (Shutterstock)

Foto: Especial (Shutterstock)

“Tenía que estar sentado bajo el sol durante mucho tiempo. Creo que tuvo un ataque al corazón por la sequedad y el calor”, contó Bumishara a Amnistía Internacional. Su esposo Yam Bahadur murió durante los trabajos de construcción para el Mundial de Qatar en 2022. Según estimaciones de The Guardian, en esas obras fallecieron cerca de 6,500 empleados, la exposición al sol fue uno de los factores.

Los decesos en Qatar para el Mundial de Fútbol son el último y lamentablemente ejemplo masivo de cómo la exposición a altas temperaturas puede ocasionar daños a la salud de los trabajadores. En el informe Trabajar en un planeta más caliente, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte que “el calor es un riesgo para la seguridad y salud en el trabajo”. Por ejemplo, cuando se alcanzan los 33° o 34° con una intensidad moderada en las actividades laborales, las personas pierden el 50% de su capacidad.

“Lo estamos viviendo al salir a la calle, sentimos los efectos y no debemos de dejar a un lado a los trabajadores que por su actividad pueden desarrollar una enfermedad o accidentarse por la exposición al calor”, afirma Rubén Balbuena, consultor en Seguridad y Salud en el Trabajo. A decir del especialista, la exposición al calor puede representar desde problemas en la vista hasta afectaciones cardiovasculares.

En la capital de México, el 15 de abril se alcanzó una temperatura récord de 34.2°, pero en algunas regiones del país se pronostican temperaturas superiores a los 40°. Entre marzo y julio de este año el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronostica cinco olas de calor.

La exposición a la radicación solar también puede generar efectos negativos en la piel y en un futuro generar cáncer, complementa Arturo Ramírez, director de la firma Diacsso. La deshidratación y el golpe de calor es sólo una afectación en el corto plazo, “se ha demostrado que cuando tenemos deshidratación constante, se pueden tener daños renales, cardíacos o incluso en la fertilidad”, explica.

De acuerdo con la OIT, el estrés térmico –una de las consecuencias del trabajo en altas temperaturas– generará para el 2030 una pérdida del 2.2% de las horas laborales en todo el mundo.

¿Quiénes son los trabajadores más expuestos? El organismo internacional indica que los empleados de todos los sectores económicos pueden tener afectaciones por las altas temperaturas, pero las actividades con más riesgo son las que conllevan mucho esfuerzo físico y se realizan en el exterior; por ejemplo:

  • Agricultura
  • Bienes y servicios medioambientales
  • Construcción
  • Recolección de residuos
  • Reparación de urgencia
  • Transporte
  • Turismo
  • Deportes

“Los obreros que trabajan en el interior de fábricas y talleres corren riesgos también si los niveles de temperatura no se regulan adecuadamente. Con niveles de temperatura elevada que inducen fatiga psíquica, puede resultar difícil incluso realizar tareas simples de oficina o de escritorio”, advierte la OIT.

En casos como la construcción de carreteras y caminos, expone Arturo Ramírez, los trabajados no sólo están expuestos a los rayos del sol, también al calor que se genera por el asfalto. Es decir, hay actividades que tienen un riesgo mayor porque el ambiente en el que desarrollan sus tareas también es caliente.  

Por su parte, Rubén Balbuena subraya que las afectaciones por el calor no sólo impactan la salud de las personas, también puede generar accidentes laborales fatales. “Imaginemos que el agotamiento nos trae en un calambre, y eso pasa cuando estamos realizando un trabajo en altura o en el interior de un espacio confinado, podemos tener un error o un movimiento involuntario que nos cueste la vida”.

Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) identificó una relación entre las temperaturas extremas y los accidentes laborales. El calor incrementa 9% el riesgo de accidentes en el trabajo probablemente por la disminución de la concentración o la alteración del juicio que afecta a la seguridad de los trabajadores.

¿Cómo prevenir los riesgos por calor?

Para Rubén Balbuena hay diversas medidas que pueden ayudar. Algunas acciones preventivas se relacionan con períodos de recuperación e hidratación durante la jornada laboral. “Como en el futbol, es lo que vemos en lo cotidiano”.

“En países como Estados Unidos el protector solar está considerado como algo similar a un equipo de protección, tiene el mismo peso y el empleador está obligado a proporcionarlo, aquí (en México) no es precisamente así”, apunta el especialista.

Evitar esfuerzos físicos, considerar pausas, hidratación constante, protección de la piel contra los rayos del sol son algunas de las claves en la prevención de riesgos para los trabajos expuestos a altas temperaturas, puntualiza Arturo Ramírez. Sin embargo, señala el especialista, hay una carencia de regulación para “proteger de la radicación solar a las personas en exteriores”.

En 2001 se emitió la Norma 015 de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social sobre las condiciones térmicas elevadas o abatidas-condiciones de seguridad e higiene. Este marco regulatorio indica las medidas preventivas para proteger a los trabajadores de condiciones térmicas altas y determina los límites de exposición.

Hasta ahora, es el único marco normativo para el trabajo en altas temperaturas, pero se queda corto para evitar riesgos en actividades al exterior, opina Rubén Balbuena. “La norma desgraciadamente no protege en su totalidad a los trabajadores que por una condición ambiental se enfrentan a estos riesgos, está hecha para los centros de trabajo donde hay una fuente que genera el calor, como un horno”.

Desde la perspectiva de Arturo Ramírez, aunque la Norma 015 puede dar pistas en cómo prevenir los riesgos en actividades que se realizan bajo los rayos del sol, la regulación tiene una laguna en el campo de aplicación.

“La norma sólo se aplica si la fuente de calor hace que la temperatura corporal del trabajador aumente a más de 38°, entonces tú puedes tener condiciones térmicas muy elevadas, y no tener este cambio en la temperatura porque el trabajador tiene ropa ligera o hidratación, pero la exposición en el ambiente permanece. Si al momento de hacer la medición de temperatura del trabajador -cuando sí se hace- no se observa ese cambio de temperatura, la norma no se aplica y el trabajador queda desprotegido”.

Frente a un escenario de cambio climático, coinciden los especialistas, el entorno de trabajo no puede desvincularse de acciones preventivas para los trabajos expuestos a altas temperaturas en exteriores.

Periodista especializado en políticas laborales, indicadores de empleo, futuro del trabajo, desarrollo de carrera, recursos humanos y salud laboral. Actualmente es editor de Capital Humano y coconductor del podcast Coffee Break.

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